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El trabajo en el futuro: Claves para entender la nueva configuración de las relaciones laborales

Estamos atravesando una época de grandes cambios en lo que hace al mercado laboral. Desde los nuevos puestos que se van a crear y los que van a desaparecer, hasta el cambio de paradigma que traen las nuevas generaciones, pasando por el aporte de las nuevas tecnologías. Como nunca los profesionales de Recursos Humanos debemos estar atentos a esta nueva configuración ya que nos implica nuevas formas de encarar nuestro trabajo.

 

Para los profesionales que desarrollamos nuestra labor ligados al mundo del trabajo, el cambio que se está operando es una realidad de todos los días y una dirección hacia donde parece estar dirigiéndose el trabajo en el futuro con una rapidez vertiginosa.

Nuevos puestos de trabajo, como puede ser un especialista en el manejo de redes sociales, y puestos que dejan de existir porque la tecnología los remplaza, son una constante.

También vemos cambios en las organizaciones empresariales. Donde antes se nos pedía gente “que se ponga la camiseta”, que “quiera jubilarse en la empresa”, hoy las empresas se muestran dispuestas a adaptarse a los tiempos de trabajo de los postulantes en la medida que estos agreguen valor con sus aportes.

Hasta el lugar físico cambia en cuanto a sus requerimientos, estando las empresas también dispuestas a ofrecerles a los postulantes las herramientas tecnológicas necesarias para que el trabajo pueda “salir” no importa desde donde.

Desde nuestra tarea como profesionales de los Recursos Humanos, al momento de evaluar un curriculum nos encontramos dándole más relevancia a los logros del postulante que a su formación profesional. Lo mismo sucede en una entrevista o evaluación para determinado puesto; a diferencia de centrarnos en su estabilidad en empresas anteriores y sus conocimientos técnicos, nuestro foco está puesto en si cuenta con habilidades “soft”, como pueden ser el manejo de las relaciones interpersonales, la suficiente autonomía y su predisposición a la innovación, por nombrar sólo algunos ejemplos.

Por su parte, los postulantes también cambian el foco. Hoy en día deben esforzarse por mantenerse empleables en un mercado tan cambiante y con estas particularidades, cuando antes el foco estaba puesto en conseguir un buen empleo.

Los puestos cambian también, por ejemplo, el rol del líder de un equipo, empresa o área ya no tiene tanto que ver con la antigüedad y el rango jerárquico, sino con otras actitudes y aptitudes como el manejo de determinada expertisse, la creatividad u otras capacidades que son cada vez más valoradas.

Así, quienes evaluamos postulantes tenemos que adaptarnos a los cambios que operan en los distintos frentes ya que esto redefine nuestra labor.

 

En síntesis, estamos ante tiempos muy vertiginosos. Las organizaciones, los candidatos y hasta los puestos de trabajo están sufriendo cambios que nos obligan a replantearnos la manera en que seleccionamos y evaluamos a los postulantes.

Entender qué necesitan todos los involucrados y comenzar a movernos en esa dirección nos permitirá no perder asertividad en nuestra labor.

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