Hoy los departamentos de RRHH tienen a disposición las herramientas de IA como el ChaGPT, lo que les permite agilizar sus procesos de selección y lograr mayor eficiencia.
El ChatGPT puede automatizar tareas repetitivas en el proceso de contratación, como la selección de currículums y la programación de entrevistas. Por supuesto, la automatización de este tipo de tareas puede liberar a los profesionales de RR.HH, para que se centren en actividades más estratégicas.
También puede ayudar a captar candidatos proporcionando asistencia en tiempo real y respondiéndoles las preguntas más frecuentes sobre la empresa y el proceso de solicitud.
Los profesionales de RRHH también pueden utilizar el ChatGPT para identificar candidatos potenciales que puedan adecuarse a la organización en función de sus experiencia y formación.
Sin embargo, llegado el momento de implementar procesos de evaluación, es necesario considerar algunas limitaciones actuales del ChatGPT.
Mencionaremos,
- Falta de sentido común: Aunque el ChatGPT puede generar respuestas similares a las humanas y tiene acceso a una gran cantidad de información, no posee sentido común de nivel humano. Esto significa que ChatGPT puede dar a veces respuestas sin sentido o inexactas a determinadas preguntas o situaciones.
- Falta de inteligencia emocional: Aunque el ChatGPT puede generar respuestas que parezcan empáticas, no posee verdadera inteligencia emocional. No puede detectar señales emocionales sutiles ni responder adecuadamente a situaciones emocionales complejas.
- Limitaciones en la comprensión del contexto: el ChatGPT tiene dificultades para entender el contexto, especialmente el sarcasmo y el humor. Aunque el ChatGPT es competente en el procesamiento del lenguaje, puede tener dificultades para captar los sutiles matices de la comunicación humana. Por ejemplo, si un usuario utiliza el sarcasmo o el humor en su mensaje, el ChatGPT puede no captar el significado deseado y proporcionar una respuesta inapropiada o irrelevante.
Entendemos que difícilmente pueda evaluarse a un postulante sin sentido común, sin inteligencia emocional, o sin capacidad para salir de la literalidad y entrar en las metáforas que hacen al humor y al sarcasmo propio de la comunicación de las personas.
Hay mucho por recorrer aún.
A favor de la IA está la velocidad en que los cambios se suceden en el terreno de la tecnología.