En el mundo de la inteligencia artificial, especialmente en los modelos de lenguaje como ChatGPT, se utiliza el término “alucinación” para describir un fenómeno particular: cuando la IA genera información que suena convincente, pero no es verdadera o está inventada.
Se trata de una metáfora que señala una tendencia de la IA a producir respuestas erróneas con apariencia de certeza. Esto ocurre porque estos sistemas no “saben” en el sentido humano, sino que predicen palabras en función de patrones aprendidos. Si bien la mayoría de las veces el resultado es útil y coherente, en algunos casos rellenan vacíos con datos fabricados.
Pueden inventar citas de autores, generar estadísticas inexistentes o asegurar información incorrecta.
Este fenómeno no es menor: tiene consecuencias directas en el modo en que las organizaciones y las personas trabajan con inteligencia artificial.
Lejos de ser un obstáculo insalvable, la posibilidad de que la IA alucine refuerza la importancia del factor humano. La colaboración entre personas y máquinas se vuelve indispensable, porque:
- La IA aporta velocidad, creatividad, capacidad de análisis y síntesis.
- Las personas aportan criterio, experiencia, contexto y la capacidad de verificar la veracidad de la información.
Sin esa validación, existe el riesgo de tomar decisiones basadas en información incorrecta. Es por ello por lo que creemos que se trata de un futuro de colaboración inteligente entre la IA y las personas.
En síntesis, cuando decimos que la IA “alucina” no estamos hablando de un defecto menor, sino de una característica inherente que nos recuerda que la tecnología no puede sustituir la intervención humana.
El desafío y la oportunidad residen en construir un trabajo colaborativo: aprovechar la potencia de la IA para ampliar nuestras capacidades, pero asegurando siempre que la última palabra la tengan las personas.
Porque el futuro no es de la inteligencia artificial sola, sino de la inteligencia aumentada: personas y máquinas trabajando juntas, cada una desde lo que mejor sabe hacer.
En nuestra área de trabajo, las evaluaciones psicotécnicas y de potencial, estamos explorando sus posibilidades, encontrando posibilidades de trabajo en común.