Hoy, en las organizaciones vemos que aumentan los casos de ansiedad, de burn out, las licencias psiquiátricas, y distintas afecciones emocionales.
Quienes realizamos evaluaciones psicotécnicas notamos preocupación de parte las empresas respecto de como lidiar con esto cuando se presenta en sus colaboradores.
Asimismo, observamos como la psicología positiva, las ciencias del comportamiento, y algunas otras disciplinas, intentan dar respuesta a estos hechos buscando guiarnos a una vida más plena y gratificante.
Es así como proliferan los cursos de bienestar y los coaches especializados para prevenir o mitigar el malestar.
Hasta han surgido en el ámbito académico programas que se dan en llamar “La Ciencia de la Felicidad”.
En principio esto nos lleva a revisar a el concepto de Ciencia.
Desde la Real Academia Española, la ciencia es definida como un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales, con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente.
Esto nos alerta sobre la posibilidad de una “Ciencia de la Felicidad.
Vemos que entre los temas desarrollados suelen atribuirse la capacidad de enseñar prácticas concretas para poder avanzar hacia una vida más plena, con mayor sentido, mayor realización, en la que podamos despertar la mejor versión de nosotros mismos.
La llamada “Ciencia de la Felicidad” busca traspasar el marco organizacional para impactar en la vida personal, familiar y hasta comunitaria.
En síntesis, pareciera que “La Ciencia de la de Felicidad” se plantea enseñarnos a ser más felices.
Siendo éste su objetivo aparente, estos programas están por supuesto dirigidos a un público muy amplio: ¿Quién no va a querer ser feliz, si se supone que esto es posible de ser aprendido?
En Psicotécnicos Net, entendemos la proliferación de prácticas para un vivir mejor o más “feliz”. Cada uno encuentra su forma de sobrellevar un malestar que a veces es existencial y otras veces es producto de un mercado laboral complejo para la salud psíquica…
Sin embargo, respetuosamente, consideramos que hay que distinguir qué se considera ciencia de lo que claramente no lo es.
Nos preguntamos acerca de esta oferta de una ayuda “reactiva” a una realidad de malestar en la que no parece interesar por qué sucede y como lograr evitarla.
Asimismo, nos cuestionamos si esto que está sucediendo en las organizaciones y en el mundo académico, respecto de incluirse en la vida personal, con sus programas y prácticas, no está bordeando ciertos límites en su búsqueda de aumentar la productividad de sus colaboradores.