La capacidad de afrontar cambios exitosamente es un requerimiento crítico en la organizaciones empresariales actuales, se trate de multinacionales o Pymes.
El concepto de adaptación al que hacemos referencia implica la disposición del sujeto para acomodarse rápidamente a contextos organizacionales dinámicos. Conlleva la capacidad para integrarse a nuevos grupos, culturas y objetivos de trabajo que suelen variar frecuentemente.
De ninguna manera debe entenderse como un proceso pasivo, donde el individuo se “somete” a las reglas imperantes. Por el contrario, supone una participación activa en las modificaciones que ocurren a su alrededor, contribuyendo con aportes personales a la mejora de los modelos imperantes.
Una persona con buena capacidad de afrontamiento a los cambios no sólo aceptará nuevas pautas o políticas que la empresa considere conveniente de implementar, sino que además estará dispuesto a poner su creatividad al servicio de la misma, incentivará a los demás a sumarse a las nuevas condiciones y permitirá que quienes estén a su cargo se desenvuelvan con iniciativa.
Y esta capacidad atraviesa a toda estructura empresarial, desde las posiciones gerenciales hasta las más operativas. Los métodos cambian, las herramientas cambian, las estrategias cambian….
La flexibilidad para adaptarse a los cambios está ligada sin duda a las aptitudes para el aprendizaje. No hay posibilidad de aprender si no somos flexibles y estamos dispuestos a cambiar hasta nuestros paradigmas más arraigados.
En Psicotécnicos-Net las técnicas administradas posibilitan apreciar si el postulante cuenta con la flexibilidad necesaria para asimilar cambios y desenvolverse eficazmente dentro de escenarios dinámicos.
Ya no se trata de evaluar si un postulante se adaptará a determinada cultura de una organización. Cada vez más nos encontramos evaluando si los postulantes serán capaces de acomodarse a culturas cambiantes.