La Grafología ha demostrado científicamente ser uno de los test proyectivos más completos para el estudio de la personalidad, para describir, evaluar y predecir las conductas y comportamientos humanos. Su material de estudio es la escritura y las técnicas de análisis que sobre ella se aplican.
La escritura manuscrita es el registro gráfico de una serie de movimientos con contenido intencional y manifiesto (lo que el escritor ha querido expresar: palabra escrita) y con contenido latente (los factores inconscientes que acompañan cada impulso gráfico).
Hay candidatos cuyos currciculums son muy brillantes, tanto en preparación académica como en trayectoria profesional, pero una vez analizado el grafismo, se aprecia que sin que exista una determinada tendencia hacia la transgresión, el enfoque ético no está muy definido. Suelen ser personas cuya actuación en cuanto a ética es escasa aun estando dentro de las normas.
El aporte de la Grafología respecto de una búsqueda profesional es invalorable, por su capacidad para descifrar y traer al descubierto rasgos propios de la conducta, en cuanto a la evaluación de la integridad personal y el nivel ético de cada persona. Los resultados que se obtienen a través del grafoanálisis son bastante acertados en la evaluación de idoneidad, ya sea para los puestos que requieren grado de confiabilidad como para los que manejan dinero o información de valores.
El análisis grafológico es tan amplio y a la vez tan profundo que permite percibir las dificultades que puede tener un individuo en cuanto a la aceptación de las normas de conducta establecidas, e incluso a la posible tendencia a transgredirlas. No sólo identifica los objetivos e intereses del postulante, sino también las tendencias específicas por medio del simbolismo del espacio que determinan en qué plano el individuo puede estar más predispuesto a transgredir las normas. Éstas, tal vez se manifiesten o se produzcan a largo plazo…
Marina Toscano
Grafóloga Pública
Asociación de Grafólogos Oficiales de la República Argentina