En el mundo del trabajo se ha producido hace tiempo una suerte de “inversión” tras la cual no son solo las empresas quienes buscan y eligen sus colaboradores sino que son los postulantes quienes eligen las particularidades de las empresas en las que quieren trabajar.
El postulante pasó de ser un ente pasivo sujeto a la exploración de un potencial empleador a ser un sujeto activo que evalúa la oferta y las condiciones de trabajo que se le plantean durante el proceso de selección.
Se ha hecho frecuente escuchar de encuestas acerca de las “10 mejores empresas para trabajar”. También han surgido una suerte de “certificación” o “premiación” para aquellas empresas a las que se considera un buen lugar de trabajo, que es utilizado por las organizaciones que son bien valoradas, a fin de atraer candidatos.
Uno de los valores más buscados por las nuevas generaciones que se van sumando al mercado laboral, además de que el trabajo responda a sus intereses y motivaciones, y los desafíos que le proponen, es que las empresas sean respetuosas del medioambiente y que cuenten con “conciencia social”. Es decir, quieren formar parte de organizaciones con las cuales compartan valores.
Por su parte, las empresas cada vez más se preocupan por el entorno, tanto en lo que hace al medioambiente como a la sociedad en general.
Dentro de este marco, surgen las llamadas “empresa B”. “… aquellas que conjugan en sus objetivos el negocio, con el respeto a la naturaleza, los beneficios sociales y la acción social. Se trata de compañías que consideran en sus decisiones a los consumidores, a los trabajadores, a la comunidad, a los inversores y al ambiente. Así, su eje es combinar el negocio con aportes sociales y el cuidado del hábitat en el ámbito en el que se desarrollan…”
Realizar acciones de Responsabilidad Social Empresaria, desde este nuevo paradigma, es un aspecto valorado para la “marca empleadora”.
Como consultora especializada en evaluaciones psicotécnicas, entendemos que al momento de que un cliente nos solicita un psicotécnico está confiando que nosotros como consultora estaremos colaborando en la construcción de su “Marca Empleadora”.
Teniendo esto en cuenta conformamos las evaluaciones con una idea directriz: que los postulantes que las atraviesen puedan salir de ellas habiéndolas vivenciado como una experiencia de enriquecimiento personal, más que como una instancia de presión por la que tuvieron que atravesar inevitablemente como consecuencia de su búsqueda de trabajo.
Creemos que todo este movimiento del mercado finalmente nos lleva a mejorar nuestras prácticas.