Quienes se dedican a estudiar la motivación y su impacto en la productividad de los colaboradores y el crecimiento de las organizaciones, diferencian tres tipos de motivaciones: la 1.0, la 2.0. y la 3.0.
La motivación 1.0 suele considerársela asociada a las necesidades mas instintivas y primarias, muchas veces consideradas “factores higiénicos”; si no se encuentran satisfechas no hacen posible el trabajo. Hacemos referencia a lo que en la famosa pirámide de Maslow es la base y se conforma por cuestiones como la alimentación, el descanso, la sexualidad, la respiración y la homeostasis, ligadas a los instintos y definidas como necesidades de supervivencia.
La motivación 2.0 se trataría de cuestiones extrínsecas que motivan a las personas fundamentalmente a través de recompensas o castigos. Así, reciben mejores beneficios si se hace bien el trabajo o se puede llegar hasta la desvinculación a quienes no lo hacen del modo esperado.
La motivación 3.0 viene de la mano del concepto de Propósito. Se trata de una motivación intrínseca que mueve a ciertas personas a formarse continuamente para desarrollar mayor maestría, autonomía y en la que estas buscan algún tipo de trascendencia más allá del propio desarrollo.
Hoy en día las empresas que buscan procesos de transformación organizacional de la mano del liderazgo Ágil se interpelan acerca de su propósito organizacional y aspiran que sus postulantes evolucionen hacia el camino de los propósitos personales.
Es así como buscan favorecer la motivación de sus colaboradores, considerando estos como alguno de sus facilitadores:
- Metas claras y significativas
- Espacios de seguridad
- Reconocer y recompensar los logros
- Fomentar la autonomía
- Comunicación abierta
- Promover el apoyo y la colaboración
- Apoyar el equilibrio entre la vida personal y laboral
- Cultivar el propósito
En Psicotécnicos Net entendemos que en un contexto tan cambiante como en el que trabajamos, tratar de anclar ciertos conceptos ayuda en un horizonte incierto. Pero, nos permitimos cuestionar considerar necesariamente “evolucionadas” a las organizaciones y/o personas que actúan con propósitos que los trasciendan.
Consideramos que el mundo de lo que motiva a las personas es sumamente personal, ligado al momento vital y posiblemente a la historia de cada uno.
La valoración de que “tener un propósito” es una “evolución” nos abre muchos interrogantes y cuestionamientos….