La grafología considera que la escritura manuscrita es una gráfica motriz, el registro grafico de una serie de movimientos con un contenido intencional o manifiesto (lo que el escritor ha querido expresar: la palabra escrita) y con un contenido latente (los factores inconscientes que acompañan cada impulso gráfico).
El grafólogo tiene que hacer abstracción (“olvidarse”) del contenido intencional y considerar al grafismo exclusivamente bajo el punto de vista dinámico o de movimiento.
La grafica motriz será apreciada y valorada según su intensidad (presión del trazo), según su vivacidad (rapidez en la ejecución), según su irradiación (amplitud del movimiento) y según su orden, forma, dirección y continuidad.
Al análisis de estos aspectos lo llamamos GRAFOMETRIA. Luego de hacer un análisis objetivo de la grafometria, el grafólogo continúa su análisis con la interpretación psicológica.
En el análisis grafométrico cada signo será valorado cuantitativamente de acuerdo a su desviación con los módulos establecidos estadísticamente (método Vels).
Como técnica su gran ventaja reside en la rapidez de la administración y en la amplitud de los resultados que brinda. En relación a otras técnicas de evaluación cuenta con la ventaja de prescindir de la presencia del individuo para realizar el estudio el cual puede ser realizado a distancia.
Desde nuestra experiencia en PSICOTECNICOS-NET, recomendamos utilizar grafología en las siguientes ocasiones:
- Cuando el postulante reside en el interior o exterior del país y se hace necesario por el puesto al cual se postula evaluar honestidad y confiabilidad.
- Siempre que sea necesario evaluar cuestiones ligadas a la honestidad. En grafología se ha investigado más que en otras técnicas de evaluación los indicadores que pueden llevar dudar de la honestidad de un postulante. Resulta entonces una herramienta destacable para evaluar puestos de cajeros u otros que conllevan el manejo de dinero.
- Cuando un colaborador presenta cierto grado de conflictividad, facilita a la organización entender más profundamente la situación y como operar estratégicamente, proveyéndole al grafólogo algún manuscrito, sin la necesidad de explicitarle una situación de evaluación al colaborador.
Una cuarta posibilidad será integrarla como una técnica más dentro de un proceso de evaluación psicotécnica.
Proponemos entonces aprovechar los alcances de esta técnica, otorgándole el carácter científico que la sustenta al igual que a otras técnicas de exploración de la personalidad.