Por la Lic. Figueroa Alcorta Verónica.
¿A quién no le toco un test psicotécnico laboral?, Este tipo de exámenes suelen generarnos mucho nerviosismo, y nos despiertan diversos temores. Pero estos procesos, son fundamentales para determinar nuestras capacidades laborales y si las mismas responden a las necesidades del rol para el que nos convoca una Empresa.
¿Qué son los test psicotécnicos laborales y para qué sirven?
Las pruebas psicotécnicas o pruebas de aptitudes son un análisis en donde se descubren motivaciones, fortalezas, capacidades, valores e intereses de una persona a través de preguntas de diferentes temáticas y técnicas psicológicas que miden habilidades y destrezas.
Es un paso clave en el proceso de selección, que refleja aspectos de la personalidad del candidato. A su vez, sirven para que el postulante se adapte a la nueva organización, teniendo en cuenta sus necesidades.
¿Qué se evalúa?
Se trata de pruebas de selección, especialmente diseñadas para apreciar aptitudes o capacidades por un lado y rasgos de personalidad por otro.
Son diferentes tipos de pruebas psicotécnicas las que se utilizan en un mismo proceso de evaluación.
- Test de información (Entrevista)
- Problemas aritméticos (mide nivel intelectual)
- Técnicas graficas (Personalidad y modalidad de trabajo)
- Técnica de proyección (Personalidad)
Cada psicólogo orientará la entrevista y elegirá los test según los requisitos del puesto. A grandes rasgos, las evaluaciones pueden basarse en técnicas proyectivas, en las que se proyectan aspectos de la personalidad, o psicométricas, que miden funciones ejecutivas del sujeto para el puesto.
Hoy, en general, la evaluación psicotécnica suele realizarse a todas las personas que ingresan en una Empresa, más allá de la posición a ocupar. Las técnicas administradas se ajustarán a las necesidades del puesto y a las competencias a evaluar.
Por ejemplo, en todo aquel que aspire a un puesto de responsabilidades estratégicas, se tendrán en cuenta competencias a evaluar tales como; toma de decisiones, visión estratégica, coordinación de equipos de trabajo, orientación a procesos y a personas, iniciativa, proactividad, manejo de emociones ante situaciones de imprevistos o de presión, entre otras.
He escuchado en varias ocasiones que frente a la ansiedad y temor que genera esta instancia de evaluación, los postulantes buscan resolver las técnicas por consejos en internet o solicitándolo ayuda a algún profesional. Pero les tengo malas noticias, no sirve de nada estudiar previamente y creer poder tener el control. En esos casos, sirve la experiencia que el profesional posee, el ojo clínico, y la detección de incoherencias en el material obtenido.
El mejor consejo, a mi criterio, es ser lo más espontaneo posible, prestar atención a las consignas y entregarse a esta etapa de evaluación, ya que, todos poseemos competencias, lo importante es encontrar a que puesto de trabajo se ajustan.