Ocupar una posición directiva o bien gerencial, requiere de cierta complejidad de pensamiento. Complejidad como sinónimo de Riqueza.
Esta capacidad es la que suele llamarse: “Pensamiento Estratégico” o “Visión Estratégica”
En el mercado actual de las organizaciones empresariales, cuando se aspira incorporar a alguien con capacidad de pensamiento estratégico, se espera que el postulante sea capaz de:
- Considerar simultáneamente distintos tipos de variables y organizarlas en categorías abarcativas, arribando a un cuadro general de situación.
- Elaborar estrategias para la solución de problemas.
- Planificar tanto a corto como a largo plazo. Coordinar actividades entre diferentes sectores o equipos multidisciplinarios y/o transnacionales, organizando prioridades y administrando recursos en función de los objetivos a cumplir.
- Liderar equipos.
- Contar con la suficiente agilidad mental para entender y adaptarse prontamente a los cambios del contexto.
Es decir que implica la complementación de aptitudes teóricas y prácticas, abstracción pero también pragmatismo.
Ahora bien, ¿Cómo evaluar que un postulante cuenta con capacidad para el pensamiento estratégico?
La combinación de técnicas psicométricas y proyectivas nos permiten evaluarlo en gran medida. Desde un gráfico, al análisis de un prueba psicométrica que evalué habilidad para el razonamiento lógico-matemático; desde el análisis grafológico de la letra hasta la riqueza de las respuestas que sea capaz de dar en un Psicodiagnóstico de Rorschach…..
Pero también hay otro tipo de ejercicios. Pueden utilizarse los llamados Ejercicios de Bandeja de Entrada o el análisis de situaciones.
Una pregunta del tipo….” ¿cuantos televisores crees que hay encendidos en este momento en el mundo?”… o bien, llevarlo a analizar de una canción no muy clara en su sentido, nos permiten adentrarnos en la complejidad o no del pensamiento del postulante.
Así, no tendrá la misma riqueza en sus redes mentales quien responda “no quiero ser basura por el olor” a “no quiero ser un dado para no dejar nada al azar”….
Sin duda, requiere de expertos que puedan interpretar lo que el postulante elabora y analizarlo en términos de capacidad o no de pensamiento estratégico.
Para utilizar una analogía, podemos decir que un postulante que cuenta con pensamiento estratégico es el que puede subirse a un helicóptero (simbólicamente) y contemplar las situaciones desde lo alto, descubriendo caminos y previendo focos posibles de incendios….
