Habituada a interiorizarme en lo que sucede en el mercado respecto de técnicas de evaluación psicológica, hace unos días quise aprovechar la invitación a hacer una experiencia con una herramienta de las que prometen un rico informe en pocos minutos.
Conocedora de la premura que las empresas necesitan y exigen, parecía una oferta sumamente interesante.
Inmersa en la realización de la técnica, veo que se trata de un múltiple choice con adjetivos de los que me solicitaban que los valore en función de cuanto me identificaba con ellos. Posteriormente el mismo ejercicio, pero en el que tenía que considerar lo que yo suponía que los otros dirían de mí. Para finalizar, se me pidió que realice una descripción de mí misma.
Efectivamente me llevo no más de 20´ la evaluación y fue casi inmediato la recepción del informe una vez que la concluí. Debo decir que llamativamente el informe contaba con aproximadamente 10 hojas con aparentemente muchísima información de mis características de personalidad, también había gráficos que me representaban. Claramente era muy impactante desde lo visual, también la agilidad en que me llego y la “supuesta” riqueza que brindaba de mi personalidad.
Puesta a pensar en el proceso, se hacían evidentes algunas cuestiones,
- No había profesionales involucrados.
- Trabajan algoritmos procesando la información.
- Las conclusiones eran producto de lo yo quise hacer saber de mi o bien de lo que conozco de mí misma.
- También, de lo que yo supongo que los demás piensan de mi.
- Había un importante esfuerzo de Marketing o Comunicación por impactar con el diseño del informe y de apalancamiento en la tecnología para poder realizar en forma tan ágil el proceso.
Como profesional especializada en evaluar postulantes y elaborar conclusiones respecto de su adecuación al puesto al que se postulan, me surgieron varias inquietudes una vez que leí mi propio informe.
- ¿Los puntos donde yo me sentía identificada en el informe, no serían producto de que yo misma lo había dicho en la evaluación?
- Del mismo modo, las áreas a desarrollar parecían reflejar lo que yo describí como lo que “creo que los demás dirían de mi…”
- ¿Dónde se ubicaba en este informe lo que yo no sé de mí misma y no me fue señalado por otros?
- ¿Dónde se ubicaba lo que yo no quise hacer saber de mi…?
- ¿Facilitaría este informe una lectura ágil y la toma de decisiones pronta respecto de mi, si fuera una postulante a un puesto de trabajo?
Sin duda son cuestiones para continuar preguntándonos y son quienes trabajen exclusivamente con este tipo de herramientas quienes verán en el día a día la confiabilidad de estos informes y de esta metodología.
Para finalizar, nos preguntamos si la búsqueda de la inmediatez de los informes no está dando lugar a la perdida de confiabilidad. Destaco inmediatez, en lugar de agilidad del proceso.
Y, si el impacto visual de estos extensos informes no opera en detrimento de facilitar una pronta y asertiva toma de la decisión de que se trate.