Hasta el día de hoy, muchas empresas tienen como política evaluar de sus “mandos medios para arriba”.
Ciertamente el fracaso de una selección fallida de estos puestos es mayor que la de otros puestos de menor impacto. Sin duda no son las mismas consecuencias la incorporación fallida de un responsable Administrativo, que la de un asistente administrativo….
No obstante, vemos que cada vez más las empresas solicitan evaluar puestos operativos: operarios, técnicos de campo, mecánicos, técnicos de mantenimiento, quienes hacen tareas de monitoreo de seguridad, caseros, la enumeración puede ser larguísima….
Entendemos que estas empresas han experimentado las consecuencias de la falta de evaluación de estas posiciones. Posiblemente, se encontraron con falta de recursos por parte del colaborador, de compromiso, dificultades para el trabajo en equipo, situaciones de hurto, de alcoholismo, relación dificultosa con las figuras de autoridad y/o con las normas, poca tolerancia a la rutina y a la frustración, dispersión, dificultades para el aprendizaje, obstáculos en la interpretación de las consignas, inestabilidad emocional, ansiedad, entra otras cuestiones que en la diaria del trabajo sin duda se hacen notar.
Ingresar un postulante a un puesto operativo sin una previa evaluación también puede tener consecuencias. Pérdidas de tiempo en capacitaciones que no van a poder ser capitalizadas. Impacto desfavorable en el clima del grupo en el cual se inserta y al cual fracasa en su intento de adaptarse. Procesos de alta y baja administrativos que llevan tiempo y tienen impacto económico. Fracasos en esfuerzos de selección, etc.….
Creemos que es por ello que vemos desde Psicotécnicos Net que las empresas que trabajan en forma estratégica han evolucionado hacia la evaluación de cada uno de los postulantes que incorporan, sin diferenciar por el puesto para el que se postulan.