La resiliencia se entiende como una capacidad para hacer frente a los problemas, intentando superarlos y controlando el impacto emocional de modo que este no invada la capacidad de accionar. Asimismo, implica la capacidad de integrar lo aprendido en la experiencia.
Por lo tanto, la resiliencia linda con conceptos como el de adaptación, el de tolerancia a la frustración, el de proactividad, también el de autonomía, el de optimismo, el de flexibilidad y el de capacidad de aprendizaje.
Será evaluando estas capacidades como podremos elaborar si el postulante cuenta con capacidad de resiliencia.
Hoy en día los cambios constantes en que nos movemos en el mercado laboral y empresarial hacen que la resiliencia sea una capacidad cada vez más solicitada al momento de requerirse una evaluación. Gran cantidad de puestos requieren postulantes “resilientes”.