El Covid 19 y las medidas preventivas que se han tomado para evitar su propagación, impactan inevitablemente en nuestro equilibrio emocional.
¿Como podría el temor a la muerte, el aislamiento y el encierro, no afectarnos?
Si bien hay varios recursos a los que podemos recurrir, entendemos que nuestro principal aliado es la capacidad de pensamiento.
Poder reconocer lo que sentimos nos permite accionar sobre ello, aunque nunca será del todo suficiente para evitarnos la angustia y los afectos que hacen de nosotros personas.
Sin embargo, las personas pocas veces estamos dispuesta a conectarnos con nuestros sentimientos más aun cuando ellos tienen una carga negativa. Es más, nuestra tendencia es querer huir de ellos, suponiendo que esto es una posibilidad.
Hoy, acosados por el Covid – 19, intentamos desconocer la incertidumbre y la ansiedad con la que estamos transitando nuestra cotidianeidad, pero no podemos dormir. O, nos llama la atención si estamos irritables o tenemos reacciones menos tolerantes con quienes nos relacionamos. Síntomas físicos reaparecen y otros nuevos aparecen.
Nos encontramos a la búsqueda continua de una tranquilidad y un equilibrio que parecen rápidamente evanescerse. Cada uno con los recursos de que dispone: yoga, pintar, leer, escribir, trabajar, lo que sea, que pueda ayudarnos.
Creemos que el reconocer y poder pensar sobre nuestras emociones nos permite reducir un malestar que es inevitable. Reconocer lo inevitable de este malestar, nos ayuda a transitarlo.
