El Síndrome Burnout (quemado, fundido) es un tipo de estrés laboral, un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, y está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y pueden hasta llegar a profundas depresiones.
Se trata de una alteración psicológica que suele considerarse asociada a las excesivas exigencias en el contexto del trabajo y que constituye un trastorno debido a sus efectos dañinos en la calidad de vida. Presenta características propias de los trastornos del estado de ánimo (como la depresión) y de los trastornos de ansiedad.
Si bien las exigencias organizacionales muchas veces llevan a los colaboradores al límite de sus recursos, muchos empresarios o quienes desarrollan un autoempleo también suelen desarrollar este síndrome como consecuencia de las exigencias, a veces que ellos mismos se imponen, u otras como consecuencia de contextos muy adversos.
Existen diversas interpretaciones sobre el tipo de intervención más apropiado a la hora asistirlo, dividiéndose entre abordajes de tipo individual, acentuando la acción psicológica, o bien a nivel organizacional (Mindfulness, Team Building, y talleres de todo tipo orientados a promover el bienestar psicológico y emocional de los colaboradores).
La aparición del síndrome Burnout no necesariamente se debe al contexto laboral, también entran en juego los recursos del individuo para “regularse” o manejarse ante las exigencias. Es por ello que quienes son capaces de reconocer sus limitaciones y poner un freno a las exigencias, están menos expuestos a pasar por una situación de Burnout. Pero, es por ello que se hace necesario diagnosticar si se trata de un problema consecuencia de un deficiente manejo de las emociones que hace a la persona más propensa a desarrollar el síndrome o si nos encontramos ante una organización con prácticas en las que hay poco cuidado hacia los colaboradores y que predispone a la aparición del síndrome.
Fenoménicamente, quien se encuentra en una situación de Burnout, suele manifestarlo de los siguientes modos,
- Irritabilidad
- Falta de energía. Cansancio.
- Baja en la productividad y capacidad resolutiva.
- Depresión, desanimo, desaliento.
- Frustración.
- Sensaciones de agotamiento.
- Conductas adictivas de algún tipo.
- Alteraciones en el sueño.
Es recomendable accionar prontamente si alguien se encuentra transitando el síndrome de Burnout, evaluando lo que puede haberlo llevado a que se desarrolle y buscando desarticularlo.