Estamos en tiempo en que la empleabilidad no resulta una posibilidad económica para muchas empresas. Un tiempo en que aprovechar los talentos al máximo de quienes conforman la organización, resulta crítico.
Sin embargo, el desempeño de un colaborador en su puesto de trabajo, no nos permite concluir cuales son sus recursos potenciales porque muchas veces el mismo puesto no lo lleva a ponerlos en juego.
Para poner un ejemplo, un buen vendedor puede o no ser un buen supervisor de un equipo de ventas. Para saberlo hay que evaluar su potencial.
Evaluar el potencial permite a las organizaciones pasar de tomar decisiones intuitivas a estratégicas, generando con ello un significativo ahorro de todos los costos ocultos que implica una decisión y una acción desacertada.
Hoy se hace necesario tener muy en claro cuál es el inventario de Recursos Humanos con que se cuenta. Y, creemos que se hace relevante tomar decisiones fundamentadas en procesos de evaluación confiables.
