Cuando se contrata una evaluación psicotécnica, ya sea para evaluar a un postulante o promover un colaborador que ya forma parte de la organización, el objetivo principal es poder anticipar determinados rasgos de la personalidad, su adecuación al puesto y a la cultura de la empresa y, de esta manera, tomar la mejor decisión, evitando sorpresas, malas elecciones y costos innecesarios.
Como en todas las decisiones que tomamos, es necesario contar con información clara, precisa y de fácil comprensión. Y estas son características que debe cumplir el informe de evaluación psicotécnica que contratemos.
De más está decir que una evaluación psicotécnica es un proceso complejo, llevado adelante por profesionales entrenados para seleccionar las técnicas adecuadas, administrarlas y, por supuesto, interpretar los resultados y generar el informe.
Y este es el punto central, un informe de evaluación de personalidad debe estar preparado de forma tal que lo pueda entender cualquier persona involucrada en el proceso de selección. No importa si es psicólogo, si tiene un master en Recursos Humanos, si es alguien de la línea o si es el dueño de una pyme. El informe debe estar lo suficientemente bien estructurado como para cumplir su objetivo: brindar información precisa para ayudar en la toma de decisiones.
Y claramente esto no puede ser en “tiempo real”, o por lo menos no debería ser así. Si inmediatamente después que el postulante concluye su evaluación es posible contar con el informe, quiere decir que el que está evaluando es un sistema en base a algoritmos y tabulaciones, y no un profesional con la expertisse necesaria para hacerlo.
Otra cuestión importante a tener en cuenta es que si para poder interpretarlo correctamente es necesario estar previamente “certificado” en algún tipo de herramienta, con el tiempo y costo que esto conlleva, pareciera que estamos sumando complejidad a un proceso que de por sí debería ser sencillo para el cliente.
Lo cierto es que la información debería ser fácil de comprender, sin tecnicismos ni gráficos complejos que sirven más para confundir que para clarificar, fin último, en definitiva, de contratar un psicotécnico.
Consideramos que el desarrollo de un informe de evaluación debe ser sencillo, organizado incluso para que los integrantes de la empresa puedan dar devoluciones a los postulantes evaluados, si la organización espera poder utilizarlos de este modo.
Está claro que la digitalización llegó a todas las áreas, y es bienvenida. Pero eso no debería ir en contra de la calidad ni de la claridad de la información. Por eso siempre recomendamos antes de contratar una evaluación psicotécnica, solicitar informes modelo para ver su calidad y si cumplen con los objetivos.
Entonces, volviendo al título: No debería necesitarse ninguna especialización para comprender un informe de personalidad. Son quienes los confeccionan quienes deberían hacerlos de una manera sencilla y clara, facilitando tomar las decisiones involucradas sin mayores dilaciones.