El mercado laboral se caracteriza por el continuo desarrollo de nuevos conceptos y la redefinición de muchos de ellos. Para dar algunos ejemplos, la definición de liderazgo no es la misma que la de hace unos años atrás, y han surgido conceptos como Mind Agile, Digital Mind, entre otros…
El concepto de pensamiento estratégico sigue vigente, aunque quizás algunos de sus componentes intrínsecos han ganado más o menos lugar dentro de su definición. Es así como la intuición por ejemplo, que parecía estar en la vereda de enfrente de un pensar estratégico, hoy, llevados por los cambios del mundo Agile, es un componente sumamente importante.
Para ir acercándonos a su definición, consideramos que el pensamiento estratégico es aquel que se plantea un fin (pero sabe que puede mutar), analiza los medios con los que cuenta para llegar a él, y luego los dispone de tal modo que faciliten su alcance, de la mejor manera posible, con el menor costo temporal, personal y material, y el máximo beneficio.
Requiere intuición, lógica, observación, imaginación, capacidad analítica y sintética. Podemos decir que la capacidad de pensar en forma estratégica es la modalidad mental de pensamiento más elaborada dado que lleva al inter- juego entre lógica/intuición, análisis/síntesis, objetividad/creatividad….
Plan y acción (estrategia y táctica) están unidos intrínsecamente, cuando hay capacidad de pensamiento estratégico. Es una capacidad de pensamiento flexible, capaz de reorganizar los medios cuando el objetivo se pierde de vista, y capaz de readaptarse a los cambios contextuales.
Hoy, las definiciones son dinámicas…porque el cambio es lo constante.
