La empatía es definida como la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Puede ser descripta como un sentimiento de participación afectiva de una persona hacia otra, de entender la postura de los demás, siendo esto de gran ayuda para el relacionamiento y el establecimiento de vínculos.
Puestos tales como vendedores, profesionales de la salud, educadores y todos aquellos que suponen liderar grupos o influir en otros, requieren de la capacidad de empatía.
Al indagar la capacidad y modalidad de establecer vínculos con los demás, se hace posible discernir quienes cuentan con capacidad empática y quienes no. En este sentido, no resulta demasiado complejo para quien trabaja en el área de la evaluación de personalidad detectar quienes son empáticos.
Sin embargo , la posibilidad de desarrollar mayor capacidad de empatía es algo bastante más complejo.
Estamos en el terreno de desarrollar habilidades blandas.
Hoy en día el mercado se encuentra muy abocado a indagar que metodologías pueden resultar eficaces para desarrollar la capacidad empática, junto con otras habilidades blandas, como la capacidad de escucha y de liderazgo.
El rasgo característico de las personas empáticas es que son individuos que saben ponerse en la piel de los demás y comprenden sus emociones. Su visión del mundo es muy intuitiva; se relacionan con los demás priorizando sus emociones y sensaciones.
Hoy el mercado se encuentra a la búsqueda de quienes portan habilidades blandas ya que se consideran más difíciles de desarrollar que la adquisición de conocimientos técnicos.
